El periodico The Times publica en este articulo las declaraciones de Herminia Suarez Mata fundadora y abogada que colabora con la Asociación ADAVAS, acerca de cómo los avances logrados por España en la lucha contra la violencia de género corren peligro de perderse. Y cómo teme que el consenso sobre la protección de las mujeres también se esté fracturando. https://www.thetimes.co.uk/article/rise-in-murders-reignites-alarm-over-domestic-violence-in-spain-h8ddxwcwc  
Publicamos el contenido completo del artículo escrito en The Times por Isambard Wilkinson en castellano

The Times publica: El aumento de asesinatos reaviva la alarma por la violencia de género en España

Las asociaciones de defensa de los derechos de la mujer temen que se pierdan los avances logrados en la lucha contra los malos tratos.

Fuente The Times
Fuente The Times. Manifestación de mujeres en Madrid durante el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en noviembre. Aumentan las peticiones para que se endurezcan las medidas de protección VIOLETA SANTOS MOURA/REUTERS

Isambard Wilkinson, Madrid

viernes 03 febrero 2023, 11.30am GMT, The Times

Acceder al artículo: https://www.thetimes.co.uk/article/rise-in-murders-reignites-alarm-over-domestic-violence-in-spain-h8ddxwcwc  

Dada por muerta en su piso tras un salvaje ataque de su pareja, el deseo de Miriam Cabrera de salvar a su hijo del mismo destino le dio fuerzas para salir a duras penas del edificio y dar la voz de alarma.
«Me clavó un cuchillo en el estómago, hiriéndome en varios órganos internos, y me acuchilló en el cuello. Después me obligó a tomar 19 pastillas de diazepam para acabar conmigo», explica. «Pero soy una luchadora. Bajé tres pisos, sujetándome los intestinos con una mano, abrí la puerta principal y me desplomé en la calle».
Los limpiadores municipales descubrieron a Cabrera, que tenía 37 años cuando se produjo la agresión, el 10 de marzo de 2020, en la localidad tinerfeña de Icod de los Vinos, en las Islas Canarias. Antes de caer inconsciente se sintió «triunfante». Estaba segura de que la policía sería alertada y de que su pareja no podría volver a agredir a su hijo cuando regresara del colegio.

Fuente The Times cabrera

Fuente The Times Miriam Cabrera sobrevivió a un salvaje ataque con cuchillo de su pareja en Tenerife en 2020

Cabrera, hablando por teléfono, dijo que quería crear conciencia para ayudar a otras víctimas de la violencia de género, para poner su granito de arena en una batalla de la que España ha estado a la vanguardia.

Hace casi 20 años se aprobó en Madrid una ley pionera contra la violencia de género, que convertía el sexo de la víctima en un agravante en los casos de agresión y creaba juzgados específicos para atajar el problema. La ley endurecía las penas para los agresores e instaba a la educación en igualdad de género.

Personas como Cabrera han sido clave para situar el tema de la violencia de género en el centro de la política española. Cada nuevo asesinato es ampliamente difundido, y a menudo lleva a miles de personas a protestar en las calles coreando la frase «Ni Una Más». Los sucesivos gobiernos han hablado del tema como una «prioridad nacional».

«España se ha convertido en un referente mundial en la lucha contra la violencia de género», afirma Ángeles Carmona, directora del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del Poder Judicial. «Hemos conseguido muchas cosas, sobre todo comprometer a la sociedad con un delito que estaba silenciado y aceptado. Ahora no sólo las mujeres, sino los familiares, los vecinos, todo el mundo denuncia los casos. Se dan cuenta de que tienen que contribuir a combatirlo».

Las actitudes empezaron a cambiar en 1997, cuando Ana Orantes, de 60 años, fue golpeada, arrojada por un balcón y luego quemada hasta la muerte por su ex marido, tras denunciar repetidamente a las autoridades y aparecer en televisión para detallar los malos tratos sufridos. Posteriormente, los grupos de mujeres protagonizaron protestas tras cada asesinato y los medios de comunicación se embarcaron en una campaña contra la violencia de género.

Carmona destacó el descenso del número de mujeres asesinadas en actos de violencia de género desde entonces. En 1997 99 mujeres fueron asesinadas por sus parejas actuales o anteriores, en 2004 la cifra fue de 72. A partir de 2016 el número de mujeres asesinadas cada año ha sido de una media de unas 50, con 49 asesinadas en 2021 y 2022.

La violencia de género no es más frecuente en España que en muchos países europeos, según la Fundación Mujeres. Incluso puede ser mucho menos frecuente que, por ejemplo, en Inglaterra y Gales, donde en el año que terminó en marzo de 2021 unas 90 mujeres fueron asesinadas por su pareja o ex pareja, según cifras del Gobierno. En Alemania, 139 mujeres fueron asesinadas por sus parejas actuales o anteriores en 2020.

Sin embargo, un reciente aumento de los asesinatos en España ha reavivado la alarma popular sobre la violencia de género. Los asesinatos se dispararon en diciembre, cuando 11 mujeres fueron asesinadas por su pareja o ex pareja. Otras seis mujeres fueron asesinadas en enero, entre ellas una mujer y su hija de ocho años, asesinadas en la provincia septentrional de Valladolid.

La necesidad de endurecer las medidas de protección también ha sido puesta de manifiesto por los datos oficiales publicados la semana pasada, que mostraban que el 39% de las mujeres asesinadas en actos de violencia de género el año pasado habían iniciado procedimientos judiciales contra su agresor. Cinco de las 49 asesinadas tenían incluso medidas de protección en vigor, como órdenes de alejamiento.
«Es muy alarmante que se asesine a mujeres protegidas por el Estado y los poderes públicos», afirmó Elena Valenciano, responsable de la Fundación Mujeres y ex eurodiputada socialista. «Hay algo que falla en el sistema».

Fuente The Times. La gráfica hace referencia a los datos de violencia doméstica, es decir incluye los datos de la violencia que se comete en el ambito domestico, no a la violencia de género.

Fuente The Times. La gráfica hace referencia a los datos de violencia doméstica, es decir incluye los datos de la violencia que se comete en el ámbito domestico, no a la violencia de género.

Ángela Alemany, responsable de Themis, una asociación de mujeres juristas, pidió «una evaluación de riesgos más estricta y respuestas mejor adaptadas». Y añadió: «Hacen falta más recursos en los juzgados especiales y más profesionales formados en el ámbito de la violencia contra las mujeres».

Josué Alonso señaló fallos a un nivel más fundamental. Su madre, Sesé Mateo, fue asesinada por su expareja en febrero de 2017, cuando regresó a su casa y le prendió fuego, matándolos a ambos. Alonso tenía 25 años en el momento del asesinato de su madre. Desde entonces ha estudiado y ahora da charlas en colegios sobre violencia doméstica y de género.

«El machismo sigue arraigado en nuestra cultura», afirma. «Lo veo en las escuelas, con chicos que intentan controlar a sus novias. Es un comportamiento normalizado. Todavía tenemos que hacer cambios en todos los niveles educativos».

Herminia Suárez, abogada que trabaja con Adavas, un grupo que ayuda a las mujeres víctimas de la violencia de género, advirtió de que los avances logrados por España en la lucha contra la violencia de género corren peligro de perderse. Señala una encuesta reciente en la que el 20% de los hombres de entre 18 y 21 años afirma que no considera actos violentos pegar a su pareja durante una discusión, insultarla o controlar su teléfono móvil.

Teme que el consenso sobre la protección de las mujeres también se esté fracturando. El partido ultranacionalista de derechas Vox, que se convirtió en la tercera fuerza del país en las elecciones de 2019, se opone a la histórica ley sobre violencia de género aprobada en 2004, alegando que está sesgada en contra de los hombres. Se ha negado a firmar una declaración de todos los partidos condenando la violencia contra las mujeres, provocando la indignación de los grupos de derechos civiles.

Miriam Cabrera sobrevivió a la brutal agresión que sufrió, pero afirmó que aún queda mucho por hacer para proteger a las mujeres. Legalmente ha recibido una satisfacción, ya que su ex pareja ha sido encarcelado durante 18 años. Sin embargo, sigue dañada física y psicológicamente. «La violencia contra las mujeres es un virus. «Infecta de generación en generación y sigue propagándose».

 

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