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Mujeres y salud sexual

Las intervenciones de la industria farmacéutica sobre el cuerpo de las mujeres, y por tanto sobre su salud sexual, han sido repetidas y constantes en los últimos 40 años.

En la adolescencia con la administración de la píldora anticonceptiva, cuando existen trastornos hormonales, sin estudiar antes su causa. En el embarazo y parto, pasando por la no atención al postparto y por la medicalización de la menopausia

La menstruación

Durante los años de vida reproductiva, el reclamo de la industria farmacéutica y de algunos especialistas en ginecología proclaman que es mejor abolir la menstruación y que son retrógradas las mujeres que no lo desean, sin explicar los efectos secundarios que puedan aparecer.

Todos los sistemas metabólicos están afectados por el ciclo menstrual, desde el metabolismo de los lípidos, prótidos y glúcidos, hasta las células de la córnea.

Los efectos de la fisiología del ciclo menstrual, sobre la capacidad pulmonar, función digestiva, función renal, han permitido entender la fisiopatología de muchos trastornos y estudiar posibles tratamientos.

Los anticonceptivos

La aparición de los anticonceptivos hormonales fue el recurso imprescindible para la planificación de los embarazos.

Existen anticonceptivos de primera, segunda y tercera generación, siendo éstos últimos los que eliminan el sangrado menstrual lo que puede dificultar a las mujeres el reconocer un embarazo.

Los niveles hormonales, desde la primera píldora han ido disminuyendo pero los riesgos de trombosis periféricas, embolismos pulmonares, accidentes vasculares cerebrales, infartos de miocardio, jaquecas, no han disminuido y el tabaquismo aumenta esos riesgos.

En junio de 2005, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS clasificó la anticoncepción hormonal y la terapia hormonal sustitutiva en la menopausia como carcinógeno en seres humanos.

La píldora ya no es el método de primera elección para prevención del embarazo a cualquier edad. Entre las adolescentes, el mejor método de prevención del embarazo continúa siendo el preservativo, que impide también las enfermedades de transmisión sexual.

La falta de respeto por el cuerpo de las mujeres está conduciendo a las propuestas de abolición bioquímica de la menstruación, como si fuera un planteamiento progresista, aunque suponga una intervención constante durante la vida reproductiva.

Las mujeres acaban con la percepción de que su cuerpo se ha convertido en una máquina hormonada en cada periodo.

La menopausia

A principios de los años 90, se introdujo la terapia hormonal sustitutiva para las mujeres después de la menopausia. Doce años después se demostró el mayor riesgo de padecer cáncer de mama, de endometrio, y patología vascular (ictus, enfermedad coronaria).

Concluyendo, debemos cuestionar estas terapias hormonales, que se han demostrado como dañinas para nuestra salud por estudios y evidencias científicas independientes de los intereses de la industria.

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